La salud bucal de los niños es muy importante, ya que influye en su desarrollo físico, emocional y social. Los dientes de leche, aunque se piense que están ahí de paso, cumplen funciones esenciales, como permitir la masticación adecuada de los alimentos, favorecer el habla y el lenguaje, y mantener el espacio para los dientes definitivos. Por eso, es fundamental cuidarlos desde que aparecen, alrededor de los seis meses de edad.
Por estos motivos, desde Clínica Dental y Fisioterapia Lorbé, como tus dentistas para niños de confianza en A Coruña y en Oleiros, queremos darte una serie de consejos para cuidar los dientes de los más pequeños y prevenir problemas como la caries, el mal aliento o las enfermedades de las encías. ¡Empezamos con ellos!
Limpieza de las encías de los bebés
Limpia las encías del bebé con una gasa húmeda después de cada toma de leche o alimento. Esto ayuda a eliminar los restos de comida y a evitar la proliferación de bacterias.
Cepillado diario y frecuente
Cepilla los dientes del niño dos veces al día, por la mañana y por la noche, con una pasta dental con flúor adecuada a su edad. Usa un cepillo suave y pequeño, y realiza movimientos circulares y suaves sobre todas las superficies dentales. Te recomendamos no usar demasiada pasta, solo el tamaño de un grano de arroz.
En este sentido, desde nuestra clínica dental en A Coruña y Oleiros siempre insistimos en cambiar el cepillo cada tres meses o cuando las cerdas estén desgastadas. Un cepillo en mal estado no limpia bien y puede dañar las encías.
Comienza pronto con las visitas al dentista
Lleva al niño al dentista antes de que cumpla un año, y luego cada seis meses o según lo que te indiquemos desde la clínica. De esta manera, podemos detectar y tratar a tiempo cualquier problema dental, así como aplicar medidas preventivas como el sellado de fisuras o la aplicación de flúor.
Evita el consumo excesivo de azúcar, especialmente entre comidas
El azúcar favorece la formación de ácidos que atacan el esmalte dental y causan caries. Limita en todo lo posible el consumo de dulces, refrescos, zumos industriales y otros alimentos con alto contenido en azúcar, y ofrécele al niño frutas, verduras, lácteos y cereales integrales.
No olvides fomentar el hábito de beber agua, especialmente después de comer. El agua ayuda a limpiar los dientes y a neutralizar los ácidos. Además, contribuye a mantener una buena hidratación y a prevenir el mal aliento.
A todo lo anterior le añadimos la vigilancia de los hábitos del niño que puedan afectar a su salud bucal, como chuparse el dedo, usar chupete o respirar por la boca. Estos hábitos suelen alterar el crecimiento y la posición de los dientes y las arcadas dentales, provocando problemas de mordida o maloclusión.
Como puedes ver, el cuidado de los dientes de los más pequeños no es complicado, solo hace falta tener unos buenos hábitos. Si estás buscando un dentista de confianza en A Coruña u Oleiros para tus hijos, puedes contactar con nosotros y pedir una primera cita. ¡Te esperamos!